Photo Projects
Las Migrantas.
Registro Sonoro-Visual a mujeres que transitan la migración. 2025.
Las Migrantas es un proyecto artistico.
A través de retratos y entrevistas en formato audio, se exploran tres dimensiones que marcan sus trayectorias: las estrategias para sobrevivir y aprender el idioma en una sociedad culturalmente distante; los modos de construir redes de amistad y apoyo como respuesta a la soledad y las dificultades cotidianas; y los caminos que cada una ha seguido para lograr su inserción laboral.
El proyecto busca abrir un espacio de escucha y reconocimiento, donde las voces de las participantes revelen su capacidad de adaptación, resistencia y reconstrucción identitaria. Las imágenes y relatos invitan a reflexionar sobre lo que significa sentirse parte de una nueva sociedad sin perder los vínculos emocionales y culturales con el lugar de origen: una narrativa visual y sonora de migración, pertenencia y resistencia.
Las Migrantas, revela los procesos de adaptación, transformación y resistencia que acompañan la vida migrante. Aunque este ejemplo se centra en mujeres en Alemania, las vivencias que aborda —el desplazamiento, la búsqueda de arraigo y la reconstrucción de la identidad en contextos nuevos— reflejan procesos compartidos por mujeres en distintas partes del mundo. En un momento histórico marcado por la movilidad, las tensiones sociales y los cambios globales, estas experiencias podrían situarse en cualquier país, mostrando la universalidad de la migración y su resonancia humana.
Este proyecto es un homenaje personal a mi familia migrante, a mis antepasados y a mi descendencia.
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Proyecto Camas. Documentación fotográfica de
los espacios que transito. Trabajo en proceso, inicio en 2023.
Para mi, como artista y viajera nomade, desde 2019 que comencé con este estilo de vida, cada sitio de descanso se ha revelado como mucho más que un refugio físico. A lo largo de los años, los espacios donde se duerme durante los viajes han adquirido un significado fundamental, capaces de transformar radicalmente la experiencia de cada trayecto, me dí cuenta que mis recuerdos eran asociados, muchas a veces a esos espacios y no a la experincia de trabajo en comunidad, concretamente, estos lugares, eran y son compartidos con otros voluntarios. Otras ocaciones son cedidos por amigues o familiares, pero siempre es un espacio no propio.
Cuando volvieron los viajes en 2022, luego de la pandemia, cada habitación fue apreciada de una manera distinta: en el cuarto propio podía reconstruirse, procesar emociones, escribir y observar el mundo con una mirada diferente, la intimidad de ese pequeño universo era clave para asimilar idiomas, imágenes y sensaciones provenientes de cada nuevo destino. Así, cada lugar donde duermo se revela como una especie de cartografía íntima. En su itinerario, lo privado —lo propio— se convierte en motor y sostén, indispensable para adentrarse en un viaje interior.
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Documentación Performance Tamboras
Fui invitada a participar del taller tamboras, allí documenté la preparación de la Performance en el Carnaval por las calles de Bahía Blanca. En febrero de 2013, Silvia Palumbo impulsó y dictó un taller de empoderamiento, voces, textos y movimientos escénicos callejeros en Bahía Blanca, del cual surgió una de las primeras agrupaciones feministas de tamboras locales (“La banda lavanda”), conectada con movimientos semejantes en España. Este taller y la posterior intervención durante el carnaval contribuyeron a desarrollar la metodología de bandas de percusión femeninas y feministas, donde el tambor es herramienta de expresión y visibilidad política en espacios públicos.
La performance consistió en un desfile/intervención urbana, con mujeres vestidas de blanco, portando tambores y en sus ropas los nombres de mujeres fallecidas por feminicidios. Este colectivo incluyó en sus presentaciones letras que denuncian la opresión patriarcal y la violencia contra las mujeres, con un fuerte énfasis en el derecho a vivir libres y sin miedo. En ese carnaval, las tamboras feministas intervinieron con sus ritmos y mensajes de conciencia de género, ayudando a transformar el carnaval en un espacio de reivindicación y reflexión social.
Tüte Project. Viajes de una bolsa, fotografías desde el 2010 hasta el 2022.
En el 2010, en un viaje a Grecia, una amiga me dio en la isla de Paros, una bolsa de plástico, un objeto cotidiano, pensado para guardar algunas cosas del viaje, pero se convirtió en una compañera de ruta. En cada desplazamiento la bolsa, va conmigo como un testigo del tránsito entre lugares, y hechos históricos. Las primeras fotos las hicé en Dinamarca, de un hecho lamentable, del atentado de extrema derecha en Noruega ocurrido el 22 de julio de 2011 por Anders Behring Breivik, matando a más de 70 personas, la mayoría adolescentes.
Hay dos fotografias realizadas por la artista visual Marcela Moraga M., las hizó durante las protestas estudiantiles en Santiago en el año 2012.
En tiempos de consumo y descarte, esta bolsa viajó sin ser reemplazada, recordándonos la posibilidad de un movimiento más consciente, donde los objetos cotidianos —por humildes que sean— participan en nuestras historias y dejan una huella mínima en el entorno.
En la actualidad me resulta extraño que sea una bolsa de plástico, en estos momentos de grandes cambios clímaticos, producto de nuestra irresponsabilidad social y ecónomica; pero poniendonos en contexto: hace 25 años, de vacaciones en una isla griega con la que era mi novia. Todo eso y la necesidad de una bolsa para poner mis zapatillas sucias en la mochila, así era antes...
